¿Cuál es su origen?
En los inicios de Internet y hasta la década de los 80, los equipos conectados a la Red se identificaban a través de una dirección IP, una larga serie de números que los usuarios tenían que recordar por cada sitio de Internet que deseaban visitar.
En 1.984 se introduce el Sistema de Nombres de Dominio (DNS), que simplifica considerablemente el uso de Internet, sustituyendo las direcciones IP por nombres de dominios.
En la actualidad, se sigue utilizando este sistema y los nombres de dominio han adquirido para cualquier empresa un valor muy similar al de una marca comercial.